Conceptualment el terme saludable
ens remet a la salut pròpiament dita, però en aquesta entrada al·ludim a la
salut psíquica, l’ambient escolar que facilita un benestar psicològic o pel seu
contrari, l’enterboleix, l’oprimeix amb l’excusa de no se sap ben bé quin
objectius instructius.
A l’escola els infants tenen dret
a estar bé? A estar feliços? A ser respectats? ...?
Per pensar-hi, agafarem la
interessant descripció que en fa la MªCarmen Díez al seu llibre "Mi escuela sabe a naranja"sobre l’escola malalta:
En la escuela enferma hay bajas laborales de los maestros y dolores de
barriga de los niños. Hay tensión. Hay quietudes explosivas. Hay aprendizajes
que se olvidan. Hay lejanía, competencia, soledad. No hay juegos, ni charlas,
ni cuentos, pero sí lenguaje, matemáticas y conocimiento del medio. Y sobre
todo, abunda la sensación de poca confianza en uno mismo, el miedo a
equivocarse, el aburrimiento, las ganas de salir corriendo.
(...) Y una escuela enferma como un lugar donde hay miedo, inseguridad,
despersonalización, rigidez, individualismo, repetición, malestar, sufrimiento.
Evidentment, en contraposició ens
defineix el que per ella és una escola saludable:
Yo concibo una escuela saludable como un lugar donde se puede estar
tranquilo, mostrarse como unos es, dejarse afectar por los afectos, hablar,
escuchar, aprender, inventar, encontrarse con los demás, disfrutar. En la
escuela sana se puede vivir y se desea vivir. Apenas hay ausencias. Todos
tienen su lugar. Se trabaja, se juega, se inventa, se riñe. Se oyen palabras,
gritos, risas. Hay movimiento, hay discusiones, hay cariños y manías. Actividad
y calma. Ratos de libre elección y ratos de “hacer caso”. Ley y placer. Calidez,
encuentros…
Quina escola feu vosaltres?
Josep Maria López Madrid